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Viendo lo que mis ojos no ven… cuantas veces tuviste que ver para dentro antes de juzgar. Cualquiera sea el secreto, de beber tu veneno sin intoxicarme otra vez. Desapareces en mi olvido, y el reloj de tu bolsillo se quedo en el ayer. Profanando ilusiones, cuando la luz se esconde, encontrando noches muertas, el silencio se hace notar, pero tu mirada no para de hablar. Y de nuevo la sensación de escapar, hacia donde nunca fui. La lluvia me invito a salir para apagarme un rato, o encenderme la memoria, otra vez. Pero lamentablemente no capto los reflejos del mal. Es tu perfume a libertad lo que me invita a pasear, por los abismos